En Hiwash honramos a nuestros antepasados y en homenaje a nuestra marca más emblemática: Maytag, este año el altar de muertos realizado por todo el equipo Hiwash, está dedicado a Frederik Maytag (1857-1937) fundador de la compañía que lleva su nombre.

Nació en 1857 en el seno de una familia sencilla de granjeros, cerca de Elgin creció como un muchacho con una gran visión y pasión por el trabajo duro, misma que lo llevaron a la producción de la lavadora que se convirtió en la más vendida en Norteamérica. Hoy el nombre Maytag es conocido en todo el mundo.

Hijo mayor de los inmigrantes alemanes Daniel y Amelia Maytag. Trajeron a sus hijos a Iowa en un vagón cubierto, instalándose cerca de Laurel en el condado de Marshall. Su hijo trabajó en la granja familiar.

A los 24 años y con poca educación formal, tomó un trabajo con un distribuidor de implementos de Newton. En 1909 era dueño de su propia empresa de implementos agrícolas, que comenzó a comercializar lavadoras en 1910 porque Maytag necesitaba un producto para vender en invierno cuando las ventas de equipos agrícolas eran lentas. Las lavadoras se vendieron tan bien que Maytag dejó de vender equipos agrícolas en 1923.

Maytag, quien pasó gran parte de su vida en el negocio de la percusión, atribuyó gran parte de su éxito al inventor Howard Snyder, quien como ingeniero jefe de Maytag aportó su experiencia en la fabricación de una lavadora con escurridores.

Las ventas despegaron más tarde con la adición de un agitador que forzó el agua a través de la ropa.

Maytag, que se hacía llamar «F.L.» – Se casó con Dena Bergman, y tuvieron dos hijos y dos hijas.

La filantropía de Maytag era evidente: le dio a Newton un parque de 40 acres y una piscina. Él construyó y donó el Hotel Maytag y encabezó un teatro y una planta de tratamiento de agua. También construyó cientos de casas para sus trabajadores, vendiéndolas en términos fáciles.

Maytag murió en 1937 de una enfermedad cardíaca en su casa de invierno en Beverly Hills, California. Dejó una fortuna de más de $10 millones de dólares.

Se estima que hasta 10,000 dolientes asistieron al funeral de Maytag. Aquellos que no podían caber en la Primera Iglesia Metodista de Newton fueron llevados a otras cuatro iglesias y dos salas más.